Regla n°1. Lo más importante es que tu vestido tenga que ver contigo, que te sientas segura y mantener tu estilo. Estar cómoda en él y sentir que te representa es esencial.
¿Dónde y cuándo? A la hora de pensar en el diseño, ten en cuenta el lugar de la ceremonia, la fiesta, la época del año y el momento del día. No es lo mismo festejar al mediodía en una quinta o en la noche en el salón de un hotel.
Tener en cuenta. Las iglesias grandes permiten que la novia ente con una cola larga, donde se va a lucir mejor que en un lugar más chico. En general, si la fiesta es de día, al aire libre, el vestido puede ser más sencillo, en cambio, si es de noche, puedes ser mucho más glamoroso.
Color. El vestido puede ser blanco o combinado con otro tono. Un dato: los distintos tonos de color hacen que se vea mejor el diseño en las fotos Y ESO TE LO PODEMOS ASEGURAR NOSOTROS 😉
Géneros. Los vestidos son más complejos en cuanto a las texturas y más simples en cuanto a las formas. Se usa el corte imperio y corte a la cintura, con fajas o cinturones. El encaje se sigue usando sólo o combinado con otros géneros como tul de seda, organza de seda. También se usan los bordados.
Cola en el vestido ¿sí o no? Depende de cada vestido. Es mejor si es desmontable asegúrate que tenga ganchos para recogerla durante la recepción, de esta manera estarás mucho más cómoda.
Para invierno. Si te casas en una noche que hace mucho frío, el look puede ser más invernal con un chaleco con bordados, una capita o sweaters de angora, por ejemplo.
Precios. Hay para todos los bolsillos, pero siempre hay que tener en cuenta que cuánto más sofisticado sea y más detalles tenga, más costoso será. Recuerda que aunque solo lo usarás un día, es el más importante de tu vida.
No hay reglas. Nunca olvides que a pesar de las tendencias, las recomendaciones y los consejos que te puedan dar, no hay reglas para elegir tu estilo. Lo más importante es la actitud con que se lleva el traje, la seguridad y la felicidad que se siente en ese momento.